La mejor síntesis de la sintética obra de Monterroso la
escribe su heterónimo Eduardo Torres:
"Monterroso (...) exprime
sus textos, para extraerles inmisericorde ese dulzor amargo propio de ciertos
cítricos con que clava el aguijón de su sátira en las costumbres..."P.
316.
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La mirada y la leve sonrisa socarrona de Augusto Monterroso
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Utiliza la misma metáfora verbal que Gracián cuando
en Agudeza y Arte de Ingenio definía
el concepto como: "Acto de entendimiento que exprime la correspondencia
que se halla entre los objetos."
Veámoslo en una fábula publicada por primera vez en 1969:
"El camaleón que finalmente no sabía de qué color ponerse"
"En un país remoto, en plena Selva, se presentó hace
muchos años un tiempo malo en que el Camaleón, a quien le había dado por la
política, entró en un estado de total desconcierto, pues los otros animales,
asesorados por la Zorra, se habían enterado de sus artimañas y empezaron a
contrarrestarlas llevando día y noche en los bolsillos juegos de diversos vidrios
de colores para combatir su ambigüedad e hipocresía, de manera que cuando él
estaba morado y por cualquier circunstancia del momento necesitaba volverse,
digamos azul, sacaban rápidamente un cristal rojo a través del cual lo veían y
para ellos continuaba siendo el mismo Camaleón morado, aunque se condujera como
Camaleón azul; y cuando estaba rojo y por motivaciones especiales se volvía
anaranjado, usaban el cristal correspondiente y lo seguía viendo tal cual.
(...)
Pero lo bueno fue que el Camaleón, considerando que todos
eran de su condición, adoptó también el sistema.
Entonces era cosa de verlos a todos en las calles sacando y
alternando cristales a medida que cambiaban los colores, según el clima
político o las opiniones políticas prevalecientes ese día de la semana o a esa
hora del día o de la noche." P. 190.
Monterroso, como Gracián, nos desvela con su ingenio las
relaciones entre los objetos y las situaciones de manera que, directa, concisa
y certeramente, clava el aguijón. Los dos saben que:
"Lo bueno, si breve, dos veces bueno y aún lo malo, si
poco, no tan malo."
Me propongo buscar la edición ilustrada por el propio autor de
La palabra mágica, para completar el
ciclo de su obra y para ver si aprendo.