Pepys Road 1901 |
Lanchester convierte Pepys Road en el símbolo del ascenso y
derrumbe de la cultura mercantil-financiera del pelotazo. Con este fin concentra
la acción entre diciembre de 2007 y noviembre de 2008, poco antes de la quiebra
de Lerman Brothers que marcó el principio de la crisis actual.
Veamos como esta calle del sur de Londres se transforma en
paradigma de la sociedad británica actual:
(Pepys Road)"...había ido a remolque de la prosperidad
británica, que había pasado de ser la desgarbada crisálida de fines de los
setenta a la vulgar y ruidosa mariposa de la era Thatcher y el largo
crecimiento que la había seguido." P. 11.
"Tener una casa en Pepys Road era como estar en un
casino con la garantía de ganar." P. 15.
La fiebre constructiva parece que no va a tener fin:
"La última manía que las casa soportaban era adecentar
los sótanos (...) de ellas salían cintas transportadoras que trasladaban los
escombros a los contenedores (...) como si la tierra se dilatara, vomitase, se
negase a ser cavada y brotara del suelo de un modo exagerado como si fuera
antinatural hundirse en su seno pata conquistar más espacio y la excavación
pudiera proseguir eternamente." P. 15.
El autor tiende a humanizar los edificios y a animalizar o
cosificar a los personajes. De este modo:
"Las casas eran ya como las personas, personas ricas
además, dominantes, con necesidades propias que no tenían empacho en ser
satisfechas." P. 14.
"Albert (...) tenía una vena de locura en su carácter,
como una grieta en una roca." P. 74.
El elenco de personajes es rico y complejo: el banquero de
éxito, la abuela moribunda que ha visto cambiar la calle, el artista
rompedor... pero, para que el espejo social londinense sea completo no pueden
faltar los emigrantes, tratados aquí de modo magistral: desde los musulmanes, a
los de la Europa del Este, pasando por un joven africano crack de fútbol.
He aquí una muestra:
"El imán de la mezquita era un hombre irascible, pero
no idiota, y la sociedad le había dado una ventaja muy poderosa: lo primero que
decía sobre casi todo lo que mencionaba era verdad. Arremetía contra el
capitalismo, la vulgarización de la sexualidad, la degradación de las mujeres
por culpa de la imaginería pornográfica que en aquel país y en aquellos tiempos
estaba por todas partes. Hablaba de las cosas que habían acabado por darse tan
por sentadas que era como si la gente hubiera dejado de verlas." P. 270.
El capital es
omnipresente en la novela hasta que los valores familiares y el amor aparecen y
se abre la puerta a la esperanza. Parece que, al final, la mayoría de los
personajes piensen como Roger, el banquero despedido, que cambiarán y entonces,
sólo entonces, las casas de Pepys Road dejan de ser un activo financiero para
convertirse:
"un escenario, un lugar donde se representa la vida." P.
595.
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