Ferrante ha conseguido dar lo que prometía en la
primera novela y, no sólo, explicar la desaparición de Lena, sino también dar
cuenta de cómo se vive entre contradicciones y en precaria libertad en la
sociedad que nos ha tocado vivir: amistad, liberación de la mujer, movimientos
sociales y políticos que ya son historia , desastres naturales, amor, pasión,
terrorismo, corrupción, drogas, filosofía, avances tecnológicos. Además, ha
logrado plasmar cómo se construye una escritura potente, coherente y viva.
En medio de la vorágine de la vida la narradora
Elena-Lena logra mantenerse firme "como la punta del compás mientras la
mina traza círculos." Incluso cuando el impresionante terremoto de 1980
"se les mete en los huesos" y nada se tiene como seguro ya.
Por contra, Lina, continúa con sus alucinaciones
que le hacen perder el contorno exacto de las cosas y que ella denomina
"desbordamientos" porque siente físicamente que los objetos y las
personas tienen contornos difusos. Para dar cuenta de lo que significa utiliza
sinestesias y otras potentes imágenes:
"una emoción táctil se disolvía en una
visual, una visual se disolvía en una olfativa, ah, qué es el mundo
verdadero..." "si no vigilaba los bordes, todo se escapaba en grumos
sanguinolentos de menstruación, en pólipos sarcomatosos, en fragmentos de fibra
amarillenta." P. 122.
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Yayol Kusama |
La alucinante y alucinada amiga parece seguir la teoría de las fronteras borrosas mientras es capaz de impulsar la
mente y la voluntad de los que le rodean a altas metas "emanando una
energía que daba bienestar, que consolidaba un propósito, que de forma
espontánea sugería soluciones." P. 191.
Además tiene una capacidad que impulsaba a Lena a "establecer nexos entre cosas alejadas", es decir, a construir metáforas para comprender la realidad.
Las dos amigas son complementarias y cuando
emprenden un proyecto común, como el informe sobre las actividades de los
Solana, sus cabezas "se fundieron hasta convertirse en una sola." P. 223.
Pero no es fácil convivir con Lina y no es
suficiente sortear los momentos difíciles propios de toda amistad
larga e intensa, sino que hay que luchar continuamente para sortear múltiples e hiperbólicos "cepos" que minan la relación.
Su última trampa es desaparecer: literalmente se
borra del mapa, como cuando borramos un párrafo que no nos satisface en la
blancura de la pantalla de ordenador, pero cuidado, lo hace como cumpliendo un
"proyecto estético", para dejar limpia la página.
Ella que ha introducido a Lena en la tecnología
digital y que "acariciaba las techas grises con las yemas de los dedos y
la escritura nacía en la pantalla, en silencio, verde como la hierba recién
brotada." P. 222.
Esta imagen evoca la experiencia mágica de escribir en los
primeros ordenadores de los y las que hemos aprendido a escribir con plumilla y
tintero y hemos sentido que debíamos trabajar la escritura "como si se hubiera
recibido una investidura, pero de hecho, nadie nos ha investido nunca de nada,
nosotros mismos nos hemos otorgado la autorización para ser autores." P.
337.
Las razones que llevan a Lena a escribir son las
de tantos y tantas: luchar contra el olvido, cumplir la misión de dar cuenta, poner orden y dar
sentido a la vida.
Sin embargo el contacto con Lina fulmina este
proyecto:
"¿El sentido es ese hilo de segmentos
negros como la caca de un insecto?" P. 312.
En la madurez, Lena reniega de la aparente
coherencia que hace trampa a la realidad:
"mi libro era realmente feo, y lo era
porque estaba bien organizado, escrito con cuidado obsesivo, porque no había
sabido imitar la banalidad descoordinada, antiestética, ilógica y deformada de
las cosas." P. 221.
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Yayol Kusama |
Esta realidad que se funde y se distorsiona es
la que nos ofrece magistralmente
Elena Ferrante.
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