TOTES LES ENTRADES

diumenge, 23 de febrer del 2014

Sergiuz Piasecki (1944), El enamorado de la Osa Mayor. Barcelona. Ediciones del Zodíaco. Reedición 2006. Acantilado.


Novela de iniciación que fue lectura habitual de los chicos de los años 50 o 60 del siglo pasado: una novela de aventuras, un canto al compañerismo masculino, a la naturaleza en estado puro y a la libertad.

"...tenía dos amigos excepcionales: La Osa Mayor, una constelación de siete estrellas que muchas veces me había ayudado a encontrar el camino, y el nagan cargado con siete cartuchos que, si fuera necesario, me defendería con eficacia." P. 160.

Me ha ocurrido como cuando veo algunas buenas películas antiguas, me ha impactado su sexismo machista.

"A las mujeres se les pone precio como a las yeguas" P. 324.

Coincido en mucho de lo expuesto en La ficción gramatical por lo que no repito la biografía del autor. Sólo apuntar que tanto la vida como la obra de Piasecki prefigura figuras como la de Limonov y, en ocasiones, incluso me evoca al gamberro, pícaro y mordaz protagonista de la serie Shameless:



"Encontramos al Ángel en casa. Estaba sentado en una gran cuna-balancín, en el centro del cuarto y se columpiaba con abnegación estirando y encogiendo las piernas. Del labio inferior le colgaba un cigarrillo de picadura liado con una hoja de calendario de pared. Sobre la mesa yacía un bebé completamente desnudo al que habían sacado de la cuna." P. 179.

dilluns, 17 de febrer del 2014

Muriel Barbery (2006), L'élégance du Hérisson. Paris: Gallimard

Pieter Claesz, Natura morta. 1633
Henry Purcell, Mort de Dido 

La beauté esthétique et intellectuelle donne sens à la vie et elle nous arrive en moments d'illumination qui ont le pouvoir de ralentir et dilater le temps.


"La camélia sur la mouse du temple, le violet des monts de Kioto, une tasse de porcelaine bleue, cette éclosion de la beauté pure au coeur des passions éphémères, n'est-ce pas ce à quoi nous aspirons tous? (...) La contemplation de l'éternité dans le mouvement même de la vie." P. 105.

Plus encore, éduquer c'est:

"...proposer inlassablement des camélias sur mousse comme dérivatifs à la pulsion de l'espèce, parce qu'elle ne cesse jamais a menace continuellement le fragile équilibre de la survie." P. 112.

Parce que:

"La vraie nouveauté, c'est ce qui ne vieillit pas, malgré le temps." P. 105-


Nature, art et amour ou amitié sont, comme chez les classiques, les fontaines de la beauté et du bonheur. On se pâme également devant le haka des joueurs de rugby, une nature morte de  Pieter Claesz, la Mort de Didon de Purcel , les films d'Ozu ou le chant fraternel d'une chorale.


Mais on cache ces plaisirs secrets à qui ne peut ou ne veut pas les comprendre, comme Renée qui a:

"l'élégance du hérisson: à l'extérieur, elle est bardée de piquants, une vraie forteresse, mais j'ai l'intuition qu'à l'intérieur, elle est aussi simplement raffinée, que les hérissons..."

La jeune et intelligente Paloma à aussi cette élégance et enfin encontre, peut-être, sa vocation:

"J'ai cru comprendre que, pour me soigner, il fallait que je soigne les autres, enfin les outres "soignables", ceux qui peuvent être sauvés, au lieu de me morfondre de ne pas pouvoir sauver les autres. Alors quoi, je devrais devenir toubib? O bien écrivain? C'est un peu pareil, non?" P. 318.

C'est comme le Petit Prince qui parlait d'apprivoiser. Bien sûr, la littérature et l'amitié ont ces pouvoirs.

Je crois que Paloma peut seulement  devenir écrivaine parce que elle croit que: "...la grammaire, c'est une voie d'accès à la beauté." (P. 168) et que la littérature est comme: "une TV dans laquelle on regarde pour activer ses neurones miroirs et se donner à peu de fois les frissons de l'actions (...) une TV qui nous montre tout ce qu'on rate..." P. 108

Voilà ce qui est ce roman! 

Il a aussi l'élégance du hérisson.



dimecres, 12 de febrer del 2014

John Lanchester (2013), Capital. Barcelona: Anagrama (Panorama de narrativas)

Pepys Road 1901

Lanchester convierte Pepys Road en el símbolo del ascenso y derrumbe de la cultura mercantil-financiera del pelotazo. Con este fin concentra la acción entre diciembre de 2007 y noviembre de 2008, poco antes de la quiebra de Lerman Brothers que marcó el principio de la crisis actual.

Veamos como esta calle del sur de Londres se transforma en paradigma de la sociedad británica actual:

(Pepys Road)"...había ido a remolque de la prosperidad británica, que había pasado de ser la desgarbada crisálida de fines de los setenta a la vulgar y ruidosa mariposa de la era Thatcher y el largo crecimiento que la había seguido." P. 11.

"Tener una casa en Pepys Road era como estar en un casino con la garantía de ganar." P. 15.


La fiebre constructiva parece que no va a tener fin:

"La última manía que las casa soportaban era adecentar los sótanos (...) de ellas salían cintas transportadoras que trasladaban los escombros a los contenedores (...) como si la tierra se dilatara, vomitase, se negase a ser cavada y brotara del suelo de un modo exagerado como si fuera antinatural hundirse en su seno pata conquistar más espacio y la excavación pudiera proseguir eternamente." P. 15.

El autor tiende a humanizar los edificios y a animalizar o cosificar a los personajes. De este modo:

"Las casas eran ya como las personas, personas ricas además, dominantes, con necesidades propias que no tenían empacho en ser satisfechas." P. 14.

"Albert (...) tenía una vena de locura en su carácter, como una grieta en una roca." P. 74.

El elenco de personajes es rico y complejo: el banquero de éxito, la abuela moribunda que ha visto cambiar la calle, el artista rompedor... pero, para que el espejo social londinense sea completo no pueden faltar los emigrantes, tratados aquí de modo magistral: desde los musulmanes, a los de la Europa del Este, pasando por un joven africano crack de fútbol.

He aquí una muestra:

"El imán de la mezquita era un hombre irascible, pero no idiota, y la sociedad le había dado una ventaja muy poderosa: lo primero que decía sobre casi todo lo que mencionaba era verdad. Arremetía contra el capitalismo, la vulgarización de la sexualidad, la degradación de las mujeres por culpa de la imaginería pornográfica que en aquel país y en aquellos tiempos estaba por todas partes. Hablaba de las cosas que habían acabado por darse tan por sentadas que era como si la gente hubiera dejado de verlas." P. 270.

El capital es omnipresente en la novela hasta que los valores familiares y el amor aparecen y se abre la puerta a la esperanza. Parece que, al final, la mayoría de los personajes piensen como Roger, el banquero despedido, que cambiarán y entonces, sólo entonces, las casas de Pepys Road dejan de ser un activo financiero para convertirse: 

"un escenario, un lugar donde se representa la vida." P. 595.






dimarts, 4 de febrer del 2014

Marina Subirats (2013), Forjar un hombre, moldear una mujer. Barcelona: Aresta Mujeres


Pocas metáforas en la prosa clara y eficiente de Marina Subirats.

Destacan, por ello, las potentes imágenes del título que se rastrean a lo largo del ensayo y que actúan como bisagra del texto.

El término FORJAR nos evoca: metal, herrería, ferretería, ingenio, construcción/destrucción, fuerza, arma, batalla... En cambio, con la palabra MOLDEAR nos vienen a la mente: barro, alfarería, vajilla, arte, conservación/cuidado, delicadeza, vasija, vida cotidiana...


Para ellos la cota y para nosotras la cotilla:

"Fueron nuestras aplastadas madres, obligadas a cumplir con su deber, es decir moldearnos para que nos adaptáramos a una cultura misógina, encorsetadora –¡ay, aquellas fajas con ballenas que taladraban la piel!– mutiladora de posibilidades y deseos." P. 11.

Pero ellos también tienen que quitarse su corsé o  pesada cota:

"Los hombres han avanzado menos, y les queda mucho trabajo para poder librarse de sus propios corsés, ser, finalmente ellos, ganar en seguridad, no tener que sustentarse sobre unos privilegios consentidos de antiguo, que hoy se tambalean y les dejan inermes, expuestos a ejercer violencias mortíferas sobre las mujeres y sobre sí mismos." P. 189.

La mayoría de los chicos actuales tienen como modelo al guerrero simbólico de más prestigio, ahora y aquí, el futbolista; mientras que las chicas quieren ser estilizadas princesas.

"El control sobre el cuerpo se convierte así en una forma de alcanzar poder. Psíquicamente, es la manera como la niña puede transformarse de una víctima, un ser negado, no protagonista, a la que el mundo no le está destinado, en un ser poderoso, central, admirado y dotado de capacidad de decidir.
El precio es el autocontrol, la extrema vigilancia sobre el propio cuerpo, para llegar a moldearlo de acuerdo con los cánones del momento. Es, por decirlo así, la única vía de ascenso social para las niñas, especialmente las de clase trabajadora, ven a su alcance, del mismo modo que sus hermanos aspiran a ser grandes jugadores de fútbol..."

Estas son unas de las cotillas y de las cotas de las que tenemos que librarnos hoy, por esto, este libro debería ser leído, explicado y comentado en todas nuestras escuelas.